Con el paro temporal de labores que mantiene el sector productivo nacional como parte de las medidas sanitarias por el Covid-19 y sin oxígeno por la ausencia de estímulos gubernamentales, la Concamin prevé que al finalizar abril habrán cerrado 90,000 empresas fabriles de forma permanente en México.
Con el paro temporal de labores que mantiene el sector productivo nacional como parte de las medidas sanitarias por el Covid-19 y sin oxígeno por la ausencia de estímulos gubernamentales, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) prevé que al finalizar abril habrán cerrado 90,000 empresas fabriles de forma permanente en México, cuyo impacto sería la pérdida de 360,000 empleos sólo en la industria.
Al presentar en videoconferencia el Primer Informe Industrial Covid-Industrial Concamin, Efectos de la Pandemia sobre la Economía y el Empleo, su presidente, Francisco Cervantes, exigió al gobierno federal que se permita la operación de labores de sectores industriales prioritarios (rama textil, confección, calzado, manufactura de exportación, transporte, construcción, minería, y lavanderías) y que en otros países sí tienen permitido seguir trabajando.
José Luis de la Cruz, director de estudios económicos de la Concamin, explicó que hasta el 6 de abril se perdieron 347,000 empleos formales, pero si la parálisis de actividades por la emergencia dura hasta mayo se podrían perder 900,000 empleos en la economía nacional, de los cuales 360,000 empleos provendrán de la industria mexicana.
El industrial de la rama textil, José Cohen, mencionó que faltan prácticamente tres semanas más para que se puedan levantar las restricciones tomadas para evitar la propagación del coronavirus, y de no implementarse acciones como las prórrogas de impuestos a las empresas e incentivos, así como reactivar sectores clave, los despidos llegarían a 1 millón de fuentes, lo cual representa el cierre de 200,000 empresas. Raúl Picard, presidente de Comercio Interior de la Concamin, sostuvo: “Estamos en situación difícil (…) Si no conservamos los empleos, ¿cómo sacamos a la gente que está en pobreza”. Los industriales aclararon que “no estamos armando un boicot” para no pagar impuestos, pero que cada empresa está llegando a un límite o ya llegó, al grado de despedir o cerrar.
Fuente: El Economista