El ex magistrado Filiberto Terrazas Padilla continúa al frente de una estructura para controlar la justicia.
El Poder judicial en Chihuahua no ha sido reformado ni renovado: permanece secuestrado por una red de corrupción que responde a Filiberto Terrazas y sus cómplices, quienes han convertido la justicia en un botín político y económico al servicio de intereses privados.
- Esa red opera en paralelo a la red duartista que ha controlado el Tribunal Superior de Justicia desde 2014.
- El nombre de Filiberto Terrazas Padilla, ex magistrado de la Segunda Sala Civil de Ciudad Juárez y ex consejero del Consejo de la Judicatura, continúa al frente de una estructura que ha convertido a los tribunales en espacios controlados por acuerdos y favores.
- Documentos y testimonios señalan que Terrazas actúa como operador clave en la manipulación de nombramientos, resoluciones y beneficios para grupos políticos y empresariales con gran poder económico.
- Durante su más reciente informe, Terrazas descalificó la llegada de nuevos jueces y magistrados, afirmando que “los cambios no siempre resultan positivos”.
- La declaración no fue casual: reflejó su resistencia a perder el control de una red que, lejos de disolverse, sigue activa en distintos niveles del Poder Judicial.
Sus operadores consolidan un bloque de poder que intercambia favores y mantiene la corrupción como práctica normalizada dentro del Tribunal.
- Dentro de esta red figura Emmanuel Chávez Chávez, magistrado Civil y uno de sus hombres de confianza, implicado en decisiones que favorecieron a sectores estratégicos.
- El círculo se completa con operadores de menor rango: Servando López Jaime y Carlos Alberto Muela, secretarios de sala civil, señalados de manipular resoluciones; Jonathan Gasca, juez penal; y las juezas familiares Tania Hernández y Haydee Vázquez, quienes aseguran control en áreas clave del aparato judicial.
- La permanencia de esta estructura ha erosionado de manera sistemática la confianza ciudadana en la justicia. Su funcionamiento ha permitido el beneficio de intereses privados y la protección de actores políticos y económicos, en perjuicio de la transparencia y el Estado de derecho.
- La operación de esta red, con Filiberto Terrazas al frente y sus aliados como ejecutores, confirma un escenario alarmante: en Chihuahua, la justicia no depende de la ley, sino de las complicidades que han capturado al Poder Judicial.