La LX legislatura del Estado de México aprobó por mayoría la denominada Ley de Amnistía impulsada por algunos actores políticos de Morena, así como por cuestionadas figuras como el polémico “activista” Humbertus Pérez Espinoza, quien se ha caracterizado por hacer de la estridencia su estilo de comunicar las acciones del grupo que se hace llamar Frente Mexiquense y que no es otra cosa sino un fraude hipotecario supuestamente legitimado que ha hecho perder su vivienda a decenas de familias del Estado de México y que recientemente ganó notoriedad al declarar públicamente que los feminicidas, rateros y violadores merecen la libertad pues son personas inocentes, aún cuando él no cuenta con ninguna prueba.
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Pérez Espinoza se hizo de una red de influencias en el transcurso de los 4 años que pasó en prisión por robar con violencia viviendas, y desde que fue liberado a finales de enero de este año, se ha dedicado a intentar reestablecer su movimiento sin mucho éxito aparente, pues él mismo en reiteradas ocasiones ha manifestado que el Frente Mexiquense sufre una desbandada (han dejado de recibir cuotas) y se ha infiltrado corrupción dentro del movimiento.
Lo que aprobó la Legislatura fue una clara muestra de la intentona de carrera política de Humbertus Pérez, el verdadero interés detrás del polémico «activista».
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Es decepcionante este trabajo legislativo, pues tuvo que ser un dictamen para demostrarnos que nadie puede estar por encima de la Ley, contrario a lo que impulsa Humbertus y su movimiento; es decir, que los delitos de alto impacto se perdonen por buena conducta.
Bajo la responsabilidad de Humbertus Pérez, ahora en el Estado de México se liberará a la sociedad a miles de delincuentes, la LX Legislatura votó por un proyecto que sirve para que supuestos defensores de Derechos Humanos, que lucran con el sufrimiento ajeno, se llenen los bolsillos, tal es el caso del «activista».
¿Los ciudadanos pueden dormir en paz? Los delincuentes, siguen siendo delincuentes.
