En un contexto en el que más dinero chino fluye hacia territorio mexicano, Estados Unidos y México acordaron el jueves monitorear las inversiones extranjeras y compartir regularmente información sobre el proceso de revisión.
Estados Unidos se está “integrando más profundamente con México”, declaró la secretaria del Tesoro Janet Yellen en una conferencia de prensa en Ciudad de México. “Queremos ver una mayor profundización en nuestra relación económica en lo referente a nuestras cadenas de suministro, la fuerza de las cadenas de suministro, y creo que es muy importante estar de cierta forma más coordinados de lo que hemos estado en cuanto al monitoreo de inversiones”.
Estados Unidos quiere impedir que China compre tecnología estadounidense sensible a la que se podría acceder a través de otros socios comerciales de Estados Unidos. El acuerdo entre Estados Unidos y México puede ayudar a lograr ese objetivo.
“Nuestro enfoque al hablar con México no sólo se centra en China. En términos generales, es importante asegurarse de que no haya preocupaciones de seguridad nacional implicadas en ninguna inversión extranjera”, manifestó Yellen.
“Este compromiso es una prueba más de la estrecha asociación entre nuestros países, no sólo en cuestiones de comercio, sino también en cuestiones críticas de seguridad nacional”, dijo Yellen.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, coincidió. “Nuestras relaciones cubren todos los aspectos: desde la amistad hasta la cooperación en asuntos económicos y financieros”, dijo en sus redes sociales después de reunirse con la funcionaria estadounidense y de calificar el encuentro de “muy productivo y agradable”.
Estados Unidos es el principal socio comercial de México, con un comercio bilateral que alcanzó más de 850.000 millones de dólares en 2022. China ha aumentado su inversión en empresas mexicanas en los últimos años, y es la fuente de inversión extranjera de más rápido crecimiento en México.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo que el nuevo acuerdo aborda “los riesgos de seguridad nacional que pueden surgir de ciertas inversiones extranjeras, particularmente en ciertas tecnologías, infraestructura crítica y datos confidenciales”.
Para México, el acuerdo abre oportunidades para avanzar en los pagos digitales y para negociar costos reducidos en el envío de remesas, dijo el secretario de Hacienda mexicano, Rogelio Ramírez de la O. Yellen aseguró que la cuestión de las remesas podría ser beneficioso para ambos países.
“Estamos comprometidos a trabajar para ver si podemos lograrlo”, aseveró Yellen.
Las remesas, el dinero que los emigrantes mexicanos en el extranjero envían a sus lugares de origen, es una de las principales fuentes de ingresos para México por encima del turismo o el petróleo.
México recibirá una cifra récord de más de 64.000 millones de dólares por este concepto en 2023, un incremento de casi el 10% en relación con el año pasado. De ese monto, el 96% procede de Estados Unidos y equivale a casi el 4% del PIB nacional.
Ramírez de la O reconoció que México “necesitaba actualizarse” en los métodos para el análisis de inversiones. En este sentido dijo que el interés del gobierno es hacerlo priorizando áreas y apuntó que una de las primeras podría ser el litio, un mineral que está nacionalizado y que se considera de interés para la seguridad nacional.
Al ser cuestionado al respecto, Ramírez de la O no se mostró preocupado por que el actual acuerdo con Washington pueda perjudicar las relaciones México-China, que están en pleno incremento, ya que el vínculo con Estados Unidos es “dominante”.
De hecho, la visita de Yellen a México coincidió con la de la ministra de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, a China.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a los reporteros que “no pedimos que los países elijan entre Estados Unidos y China en lo referente a oportunidades económicas o inversión”.
Afirmó que Washington está interesado en brindar alternativas económicas “a algunos de los créditos menos transparentes y menos fiables que algunos otros países parecen estar dispuestos a ofrecer. Pero, repito, cada país debe tomar sus propias decisiones”.
El gobierno del presidente Joe Biden tomó medidas para prohibir las exportaciones de chips informáticos avanzados a China el año pasado. En agosto, Biden firmó una orden ejecutiva para regular las inversiones estadounidenses en tecnología de punta destinadas a China. Washington dijo que esa medida era dirigida pero que también reflejaba una competencia cada vez más intensa entre las dos potencias económicas más grandes del mundo.
Biden y el presidente de China, Xi Jinping, se reunieron en noviembre y prometieron estabilizar su relación mientras mostraban acuerdos modestos para combatir el tráfico de fentanilo y restablecer las comunicaciones militares. Persisten profundas diferencias sobre la competencia económica y las amenazas a la seguridad global.
Previamente, también durante su viaje a México, Yellen promovió un nuevo grupo de trabajo de su agencia para ayudar a combatir el tráfico de fentanilo mientras Estados Unidos y China intensifican sus esfuerzos para detener el movimiento del opioide y los materiales para la fabricación de drogas hacia Estados Unidos.
México no perdió la oportunidad para pedir una mayor implicación de su vecino en el control de las armas que cruzan la frontera y que acaba en manos de los mismos cárteles que trafican con droga porque “no es fácil enfrentar estos grupos cuando tienen acceso a armas que provienen de Estados Unidos”.