El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó este lunes de la «Marcha por Nuestra Democracia» que, de acuerdo con las organizaciones que la convocaron, tuvo una afluencia de 700,000 personas en la plancha del Zócalo, pues asegura estuvo conformada por personas que antes se beneficiaban con los gobiernos corruptos.
El primer mandatario comentó que la manifestación de este domingo fue «porque los que estaban antes, ya sea en el gobierno o los que se beneficiaban, están inconformes y quieren regresar», a lo que dijo que él también quiere que regresen, «pero lo que se robaron».
López Obrador señaló que los convocantes a la manifestación «se disfrazan de demócratas cuando ellos eran los más violadores de los Derechos del pueblo» en gobiernos pasados y criticó a la oligarquía corrupta.
Además ligó a los manifestantes con las campañas de desprestigio en su contra en redes sociales como la de #NarcoPresidente y aseguró que desde granjas de bots se impulsan estas campañas, aunque dijo estar blindado gracias a su “autoridad moral”.
«Es como el mundo al revés, ellos son los demócratas, nosotros la dictadura; ellos no tienen nada que ver con los narcotraficantes, nosotros somos los narcotraficantes», dijo AMLO en su conferencia mañanera de ste lunes celebrada desde Puebla.
López Obrador recordó cómo en gobiernos anteriores «hay prueba» de la relación que mantuvieron con el crimen organizado, citando el caso de Genaro García Luna, secretario de Seguridad del expresidente Felipe Calderón, declarado culpable de narcotráfico por un tribunal en Estados Unidos.
«Y resulta que yo soy el que está relacionado con el narcotráfico», dijo López Obrador que también ha cuestionado la «autoridad moral» de algunos de los que participaron en esas marchas, como la de Lorenzo Córdova, expresidente del Instituto Nacional Electoral (INE). El mandatario dijo que Córdova durante su periodo al frente del INE era un «empleado» del expresidente Enrique Peña Nieto.
Miles de personas participaron en la «Marcha por Nuestra Democracia» en la Ciudad de México y en otras 106 ciudades del país. Los grupos de oposición afirmaron haber congregado a más 700,000 personas, aunque el reporte oficial indicó que tanto en las vialidades aledañas como en la Plaza de la Constitución, sólo 90,000 almas se reunieron.