Los dos aeropuertos de Ciudad de México cancelaron todas sus operaciones durante unas horas el sábado por la mañana debido a la ceniza expulsada por el volcán Popocatépetl, 80 kilómetros al sureste de la capital.
El Aeropuerto Internacional Benito Juárez paralizó las operaciones a las 04:25 hora local. Después de retirar las cenizas, revisar las pistas y verificar condiciones de viento favorables, reanudó operaciones a las 10:00 horas, informó en su cuenta oficial de Twitter.
El otro aeródromo, el Felipe Ángeles, un aeropuerto nuevo controlado por los militares y situado al norte de la ciudad, cerró un poco después, pero también estuvo paralizado durante cinco horas.
Las cenizas volcánicas son especialmente peligrosas para la aviación no sólo porque restan visibilidad sino porque pueden actuar como un abrasivo y dañar el fuselaje y las alas.
El volcán, que no deja de humear desde 1994, ha presentado mayor actividad esta semana. Más de una decena de pueblos en sus cercanías paralizaron la actividad escolar para prevenir problemas respiratorios y sus vecinos tuvieron que barrer las cenizas depositadas sobre calles, techos y coches.
Las explosiones ocurridas en la madrugada del sábado fueron más intensas, pero las autoridades —que mantienen una vigilancia constante de este volcán en cuyo entorno viven 25 millones de personas— mantienen un nivel de alerta intermedia. No obstante, pidieron a la población estar atenta de cualquier cambio.
