Los comerciantes de la Ciudad de México están al borde de la desesperación debido a un preocupante incremento en los delitos de extorsión y cobro de piso, que ha sembrado el terror en el corazón de la economía local. Víctimas de amenazas constantes, los empresarios denuncian que grupos delictivos les exigen pagos abusivos para permitirles seguir operando. «El Gobierno debería intervenir con mano dura, pero parece que prefieren abrazar a los criminales en lugar de combatirlos. Todos los días enfrentamos esta situación», lamenta Lilia Flores, una comerciante afectada.
Esta ola de criminalidad coincide con la gestión de Martí Batres, Jefe de Gobierno de la capital, perteneciente al partido Morena. Los afectados critican duramente la falta de estrategias efectivas para protegerlos, resaltando una aparente incapacidad del gobierno local para garantizar su seguridad e integridad. Con las próximas elecciones a la vista y Clara Brugada como posible candidata de Morena, hay una creciente preocupación entre los ciudadanos sobre la continuación de estas políticas de seguridad fallidas.
El escenario actual en la CDMX es alarmante: los comerciantes se sienten abandonados a su suerte, enfrentando no solo la pérdida económica sino también el miedo constante a represalias violentas si no cumplen con las demandas de los extorsionadores. El hartazgo es palpable y las exigencias de un cambio inmediato en la política de seguridad son cada vez más fuertes.
Ante este panorama, los ojos están puestos en la administración actual y en las promesas electorales de Morena. ¿Podrá Martí Batres, o en su defecto Clara Brugada, implementar las medidas necesarias para revertir esta tendencia? La situación es crítica y la comunidad empresarial clama por soluciones que restablezcan la ley y el orden en las calles de la Ciudad de México. Solo el tiempo dirá si las próximas elecciones traerán un cambio real o si la violencia y el miedo continuarán siendo parte del día a día de los comerciantes capitalinos.