Nuestro empleo no es más importante que nuestra vida, pero sin un empleo digno no tendremos una vida digna. Hoy es tan importante cuidar de nuestra vida como de nuestro empleo.
En momentos de crisis siempre hay que tener nuestras prioridades claras. Ante la contingencia sanitaria que enfrentamos hoy, no cabe duda de que la primera preocupación que viene a nuestra mente es la de evitar un contagio, estar a salvo del Covid-19. Mantenernos con salud, es nuestra prioridad, pero ¿cómo llevar el día a día en esta contingencia?
En México, millones de personas viven al día, es decir, todos los días salen a las calles a buscar el sustento para sus hogares. No sólo se trata de aquellas personas que ejercen un oficio o viven de lo que por sí mismos saben producir, no es el bolero o el taquero quien ve su bolsillo temblar ante esta crisis sanitaria, sino millones de trabajadores contratados formalmente que no tienen otro ingreso que les permita subsistir, para ellos sus trabajos se vuelven tan vitales como su salud. No pueden tener uno sin el otro.
Por eso, la preocupación de mantener la salud se vuelve también la preocupación por mantener el empleo. Ante esta situación empresas y autoridades no pueden hacer oídos sordos.
En el mundo la pérdida del empleo se dispara junto con la pandemia y, quizá con más fuerza que el virus, se va desplomando la economía. Según con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a principio de marzo se estimaba una pérdida de empleo de hasta 25 millones de personas, hoy la cifra podría incrementarse considerablemente.
En México, recientemente se dio a conocer que quizá se pierdan 18 millones de empleos y por supuesto que ninguno de nosotros quiere formar parte de esa estadística. Las cifras que diferentes organizaciones manejan varían, es cierto, pero todas contemplan millones de empleos perdidos.
Las consecuencias económicas de esta contingencia sanitaria apenas comenzaremos a verlas, pero las consecuencias laborales nos podrían durar años, tal como lo ha dicho la jefa de Desarrollo Temprano Infantil de UNICEF, Pia Rebello Britto:
“Las familias sentirán por años los efectos colaterales de la pandemia: pérdida del trabajo, estrés prolongado y deterioro de la salud mental. Además, la ausencia de sistemas adecuados de protección social exacerba la exposición de los niños más vulnerables a esta crisis”.
Pia Rebello Britto, jefa de Desarrollo Temprano Infantil de UNICEF.
Sí, debemos trabajar día con día en evitar la propagación del virus, pero esto no puede significar el abandono de nuestras vidas laborales, ya que la cuarentena puede ser devastadora para trabajadores, empresas y autoridades.
Es momento de actuar con responsabilidad, pero ¿cómo podemos ser responsables en estos momentos? Lo primero es cuidar de nuestra salud, porque al cuidar cada uno de nuestra salud, cuidamos también de la de los demás, por ejemplo, si lavas tus manos, no sólo te cuidas a ti, cuidas al otro, evitas que el otro se pueda enfermar.
Si tú mantienes tu sana distancia, evitas contagiarte, pero también evitas llevar el virus a tu casa, a tu familia, tus hijos. Sabemos que no puedes perder tu trabajo, mucho menos puedes perder a tu familia. En este momento el control de la situación aún esta en nuestras manos, nunca mejor dicho.
Si no puedes abandonar tu trabajo, sé responsable de cuidarte: lávate las manos, no te toques la cara, estornuda cubriéndote con el codo, no saludes de mano, mantén tu distancia, conserva tu puesto de trabajo limpio, mantén tus herramientas de trabajo limpias, sigue los protocolos de limpieza dentro de tus plantas productivas al pie de la letra y replica lo que aprendes en tu hogar.
Hoy somos nosotros, todavía, la solución. Mañana podemos perder el empleo, y peor, la vida. Cada uno decide.
Fuente: Redacción