La Auditoría Superior de la Federación informó que del 2013 al 2018, la efectividad de la fiscalización a los grandes contribuyentes tuvo un decrecimiento promedio anual de 1.1 por ciento.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) perdió efectividad en la fiscalización a grandes contribuyentes en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, ya que disminuyeron tanto los actos de fiscalización como el monto recuperado por las actividades, señaló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En la Cuenta Pública 2018, la auditoría indicó que en el periodo que va del 2013 al 2018, la efectividad de la fiscalización de las autoridades a los grandes contribuyentes tuvo un decrecimiento promedio anual de 1.1 por ciento, al pasar de 85.6 por ciento en 2013 a 81 por ciento en 2018, siendo éste último porcentaje el más bajo durante la administración pasada.
La ASF constató que de 2013 a 2018, el número de actos de fiscalización del SAT a grandes empresas decreció 10 por ciento en promedio anual, al pasar de 2 mil actos en 2013 a mil 182 en 2018.
El monto recuperado por actos de fiscalización disminuyó 3.9 por ciento en promedio anual, al pasar de 102 mil 794.6 millones de pesos en 2013 a 84 mil 387.3 millones de pesos en 2018.
El SAT argumentó que la recaudación de 2013 se explica porque se llevó a cabo el programa “Ponte al corriente”, lo cual incrementó los actos y su monto en ese año, mientras que la disminución en los actos y recaudación de años siguientes obedeció a que se cambió la programación para dirigir los esfuerzos a los contribuyentes con mayores riesgos.
Al respecto, la ASF solicitó la programación de los 750 actos de fiscalización programados originalmente para 2018, por cada uno de los riesgos determinados por el órgano desconcentrado.
Sin embargo, en los manuales de procedimientos vigentes en 2018 y en la base de datos con los actos programados proporcionada por el SAT “no se identificaron los riesgos, por lo que las observaciones de la Auditoría se mantienen”.
La ASF recomendó al SAT documentar tanto el cambio de metodología en la programación de actos de fiscalización de subprogramas de fiscalización a indicadores de riesgo, como su aprobación por parte de las autoridades competentes, a fin de evidenciar que el cambio obedece a las acciones realizadas para incrementar la eficiencia y efectividad de los actos de fiscalización.
Fuente: El Financiero
