A pesar del encarecimiento de los créditos hipotecarios, la venta de vivienda en el Valle de México se mantuvo a la alza en los meses recientes del 2023, lo que demuestra que la demanda habitacional se mantiene sólida en la urbe en contraste con el nivel de inventario disponible.
Tan sólo durante el tercer trimestre del año se desplazaron 7,747 unidades nuevas en el mercado de la zona metropolitana de la Ciudad de México, lo que representa una variación de 13.8% anual y 8.4% trimestral, según el Informe de Coyuntura Inmobiliaria de Tinsa México.
Cabe mencionar que 46% de estas unidades corresponde a la capital mexicana, mientras que 58% se ubica en los municipios conurbados del Estado de México e Hidalgo.
El crecimiento demográfico y la migración hacia las zonas urbanas han incrementado la demanda de vivienda en el Valle de México, sin embargo, la construcción de unidades formales atraviesa por una etapa de desaceleración, lo que disminuye la oferta y encarece los precios.
De acuerdo con datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el inventario de viviendas verticales en la Ciudad de México decreció 5.6% al cierre del segundo trimestre del 2023, en comparación con el 2022, cuando se registraron 38,436 unidades verticales.
“Observamos la misma tendencia en la comparación trimestral; tuvimos 3.9% menos vivienda vertical y 0.1% menos en el rubro horizontal. Podemos observar que el stock sigue a la baja, lo que lleva a un aumento importante de precios”, afirmó Lilia Marcela Heredia, presidenta de CMIC delegación Ciudad de México.
En entrevista, la especialista indicó que los principales factores que han complicado la construcción habitacional formal en el centro del país, son: el aumento en el valor de los terrenos disponibles, así como dificultades en el financiamiento de los proyectos para los desarrolladores.
“Hay mucho menos créditos puente para los constructores; además, falta certidumbre jurídica para los desarrolladores. Si bien, se ha trabajando en la digitalización de los trámites, este paso todavía ha sido un problema para todos los inversionistas”, añadió Heredia.
En este sentido, la representante del sector informó que la CMIC se mantiene activa para colaborar con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (Seduvi), así como con las autoridades municipales, con el fin de agilizar los procesos para la construcción.
Precios al alza
Respecto al tercer trimestre del 2022, se observó una variación de 3.4% en los valores promedio de venta de vivienda en la Zona Metropolitana del Valle de México y de 7.0% en el valor por metro cuadrado.
Así, el ticket promedio de los departamentos fue de 5.4 millones de pesos y 1.7 millones de pesos en casas, principalmente desarrolladas en la zona conurbada.
Dado que los segmentos con menor volumen de inventario son aquellos denominados social y económico, la venta de unidades se ha concentrado en aquellas del rubro medio, explicó Jesús Orozco de la Fuente, director general de Tinsa México.
“El segmento medio concentra 44% de las unidades desplazadas, con un ticket promedio de 1 a 3 millones de pesos. En cuanto a volumen, el norte de la zona metropolitana de la Ciudad de México concentró 43% de las unidades vendidas”, comentó el especialista.
Verticalización de la ciudad
Cuando se habla de construcción de vivienda en la Ciudad de México, uno de los debates es la falta de terrenos disponibles para nuevos proyectos; no obstante, la presidenta de CMIC CDMX, subrayó que se debe implementar una estrategia para impulsar el desarrollo vertical, el cual permitiría aumentar la oferta habitacional en zonas céntricas.
“Hay oportunidad de desarrollo, pero se debe promover la verticalización de la ciudad, la ocupación de predios que, hoy por hoy, están subutilizados. Debemos detectar cuáles son estos predios disponibles y utilizarlos para que las personas puedan vivir en ellos y no se tenga que desplazar hacia áreas más lejanas sin servicios básicos”, dijo Heredia.
En los primeros nueve meses del año, según Tinsa, se registraron 1,540 proyectos activos, de los cuales 90% corresponde a desarrollos verticales y 10% a horizontales.