La energética española Iberdrola ha anunciado este lunes la venta de 13 plantas eléctricas al Gobierno mexicano por un monto de 6.200 millones de dólares (unos 5.800 millones de euros). El trato, que llevaba meses fraguándose, se da tras la autorización del organismo antimonopolio de México, que había impuesto varias condiciones al Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador para poder cerrar la transacción.
La empresa ha anunciado la venta en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España firmado por el secretario general y el Consejo de Administración de Iberdrola. “Una vez recibida la autorización de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) de México y habiéndose cumplido las restantes condiciones suspensivas acordadas entre las partes, se ha producido el cierre de la venta”, ha expresado la energética. La transacción supone el 55% del negocio de Iberdrola en México. El subsecretario de Hacienda de México, Gabriel Yorio, ha confirmado a este diario el cierre de la operación.
Con esta transacción, Iberdrola se deshizo del 55% de su negocio en la segunda economía latinoamericana, según informó la empresa en un comunicado publicado el lunes desde Bilbao. “La desinversión se cierra de acuerdo con los términos acordados el pasado mes de junio y encaja dentro de la estrategia del grupo Iberdrola contribuyendo al cumplimiento de sus compromisos de descarbonización”, dijo la empresa. “Iberdrola conservará 15 plantas, toda su actividad con clientes privados y su cartera de proyectos renovables para seguir incrementando sus activos eólicos y solares en el país en los próximos años”, agregó.
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que la compra le regresa al Estado “el liderazgo en la generación de energía eléctrica”. El comprador mayoritario, con un 51% de la participación, es el el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), el cual utilizó un fondo privado, Mexican Infrastructure Partners (MIP) como vehículo financiero. Para lograr la autorización de la transacción por parte de la Cofece, fue necesario cumplir con una serie de condiciones. Entre ellas, que las plantas de generación deberán operar de manera independiente. Además, el operador deberá evitar intercambios de información sensible o estratégica entre competidores.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, confirmó a EL PAÍS la emisión del pago a Iberdrola por el monto total pactado. “El pago ya salió. Es una transacción de mercado, estamos haciendo una mezcla de deuda y capital. Parte de la deuda está mezclada con deuda que está tomada del vehículo (de financiación), banca de desarrollo y con bancos comerciales y luego hay accionistas que van a aportar capital a cero tasa. Eso es el Fondo Nacional de Infraestructura y luego vamos a invitar a los inversionistas institucionales a participar si quieren, pero tiene una alta tasa de rentabilidad, por encima del mercado”, explicó. “Los inversionistas probablemente van a tener apetito por este tipo de instrumentos”, agregó.
Cuestionado sobre las condiciones de la Cofece para avalar la mega transacción entre las que figura la reducción de participación del Fondo Nacional de Infraestructura, Yorio detalló que estaba considerado que el Fonadin fuese desinvertiendo en la estructura. “Las condiciones de la Cofece son válidas, pero no afecta en la transacción”, zanjó.