La desaceleración en los precios al consumidor también se reflejó en la inflación acumulada, al ubicarse en su menor nivel desde el 2020, año que inició la crisis sanitaria por el COVID-19. Sin embargo, hay bienes y servicios que “golpean” con mayor fuerza en los bolsillos de las familias mexicanas.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 1.27% en los primeros cinco meses del 2023.
Este resultado fue menor, a igual período, al de los años 2022, cuando se llegó a una inflación acumulada de 3.17%, y 2021, con 2.88%. Aunque el nivel aún es elevado, ya que entre el 2018 y el 2020 la variación fue menor a 0.8%.
Pese a la desaceleración de la inflación, existen productos que por su alto crecimiento en su precio pesan día a día en el gasto de los hogares del país.
El limón resultó el bien del INPC con la mayor inflación acumulada a mayo, con una tasa de 30.66%; le siguieron naranja (28.84%) y chayote (24.37%).
En tanto, las mayores reducciones de precios se presentaron en chile serrano (50.50%), jitomate (32.35%), electricidad (30.95%), gas doméstico natural (22.96%) y pepino (20.95%).