Contrario a lo que se pensaba, las cosas transcurrieron normalmente desde la madrugada, sin que se presentaran estos intentos como lo vaticinaron las propias autoridades estadounidenses, realizando incluso simulacros de seguridad en el puerto internacional de San Ysidro.
La frontera norte de México se mantuvo en tranquilidad este viernes, pese a que se auguraba el caos en el primer día sin el Título 42 de Estados Unidos con decenas de miles de migrantes que esperarían cruzar pese a las nuevas restricciones estadounidenses.
El Título 42 es una medida que adoptó Donald Trump (2017-2021) y después continuó el presidente Joe Biden para expulsar a migrantes con el argumento de la pandemia de la covid-19, declaración de emergencia que terminó el pasado jueves en EE.UU.
Contrario a lo que se pensaba, las cosas transcurrieron normalmente desde la madrugada, sin que se presentaran estos intentos como lo vaticinaron las propias autoridades estadounidenses, realizando incluso simulacros de seguridad en el puerto internacional de San Ysidro.
El temor de que se acrecentara el número de migrantes que intentara llegar a Estados Unidos llevó a las autoridades estadounidenses a desplegar a al menos 24.000 agentes de la patrulla fronteriza para vigilar la zona, además de los 1.500 soldados que el Pentágono estará desplegando de forma escalonada durante los próximos días.
Durante un recorrido realizado por EFE en los diversos puertos internacionales, se pudo observar que pequeños grupos y parejas llegaron a la garita de El Chaparral, ubicada a un costado de la de San Ysidro, quienes ya contaban con una cita previa para presentar sus casos ante las autoridades.
Estos pequeños grupos de personas, conformados por entre cuatro y cinco personas, arribaron a la entrada fronteriza respaldados por Testigos de Jehová, quienes realizan este acompañamiento desde el año pasado con la llegada de los ucranianos.
Entre los migrantes que arribaron a este punto estaban dos parejas de ucranianos, una madre con su hijo y otra pareja de amigos, quienes estuvieron alrededor de cuatro días en la ciudad atendidos por esta organización religiosa.
Al lugar también se acercaron dos familias procedentes del estado mexicano de Michoacán, quienes no tenían idea del fin del Título 42, sin embargo, llegaron con la intención de ingresar para buscar el asilo, pero fueron rechazados por agentes de inmigración mexicana, quienes les recomendaron utilizar la aplicación CBP-One para obtener un permiso migratorio.
Yadira García Méndez, una madre de familia que llegó a este punto, compartió con EFE que buscaban solicitar asilo junto con sus cuatro hijas pequeñas y su esposo, y que se animaron a venir porque se enteraron sobre lo que estaba pasando en esta ciudad.
“Sí pues por las noticias que están pasando, pero de todos modos ya nos habían platicado (de los asilos), y el motivo es porque está muy feo por allá, lo que está pasando, (el crimen organizado) se lleva a los hombres a trabajar y pues por protección a las niñas”, dijo.
Mediante un comunicado, la dirección de Atención al Migrante de Tijuana señaló que son alrededor de 14.000 personas en la ciudad las que están en espera para solicitar el asilo político, los cuales no necesariamente llegaron en estos días, sino que ya tenían aquí hasta tres meses.
De ellas, señalaron las autoridades, 6.000 están en los albergues, el resto en hoteles o departamentos o con familiares y un número indeterminado en situación de calle.
La situación refleja la incertidumbre en los migrantes que ha causado el fin del Título 42 de Estados Unidos, que ahora aplica el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración, y, además, Washington anunció nuevas medidas que restringen el acceso a pedir asilo en la frontera con México.