CIUDAD DE MÉXICO.- La pandemia borró 15 años de avances en participación laboral femenina, y para subsanar este daño, la inversión pública requerida para elevarla del 41% actual al 56% (promedio de la OCDE) es de 102.6 mil millones de pesos anuales, calculó el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
En el estudio Los beneficios económicos de sumar a más trabajadoras, el Imco expresó que el costo permitiría elevar el Producto Interno Bruto de México en 352 mil millones de pesos cada año.
Por lo tanto, el organismo estima que el rendimiento de la inversión para una mayor inserción laboral se triplicaría y, al cabo de 10 años, el PIB sería 15% superior al nivel actual.
LA PROPUESTA
En la presentación, Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Imco, explicó que la inversión calculada se compone, en su núcleo fundamental, por implementar un Sistema Universal de Cuidados, cuyo costo es de 99.3 mil millones de pesos al año.
Se trata de un sistema de estancias para niños para que las mujeres puedan trabajar, con personal capacitado en el desarrollo infantil, con instalaciones seguras y limpias, y que puedan ser monitoreadas y auditadas.
Masse comentó que el segundo componente consiste en créditos fiscales para las pequeñas y medianas empresas que contraten mujeres después de eventos como el embarazo o cuidado de niños o adultos mayores, cuyo costo es 2.0 mil millones de pesos anuales.
Explicó que esto se haría con pymes que se certifiquen en la normatividad de Igualdad Laboral y No Discriminación para comprobar el número de beneficiadas, y citó el ejemplo de Corea, que implementó un crédito fiscal de 30% que impactó positivamente la inserción laboral de las mujeres.
En tercer lugar, la propuesta del Imco pone sobre la mesa la necesidad de cambiar los permisos de paternidad por licencias obligatorias por una semana, cuyos costos sean cubiertos por el gobierno para que empresas y hombres los aprovechen, y que requería 1.3 mil millones de pesos.
Fátima Masse explicó que estos recursos provendrían en parte de una reorientación de lo que ya hoy invierte México en el anexo de igualdad de hombres y mujeres del Presupuesto, y parte de recursos adicionales.
Ejemplo de gasto que se puede reorientar son los subsidios que no tienen un impacto en la inserción laboral femenina, como el programa de Madres Trabajadoras, que reemplazó a las estancias infantiles.
BENEFICIOS
El Imco estima que, con sus medidas, cerca de 816 mil mujeres se incorporarían a la Población Económicamente Activa cada año, más de la mitad de ellas en empleos formales, lo que elevaría la tasa de crecimiento del PIB en 1.43 puntos adicionales anuales. Esto haría que la velocidad del crecimiento económico de México se multiplique por tres.
A esto se suma que las mujeres incrementarían en promedio su ingreso en 30.8% en una década, generando 122 mil 675 pesos anuales por mujer incorporada al mundo laboral.
Además, el sistema de ahorro para el retiro y la cotización para vivienda incrementarían sus recursos por cerca de 3.61 mil millones de pesos anuales, y el gobierno podría recaudar 2.53 mil millones más por Impuesto Sobre la Renta.
Fátima Masse explicó que el problema estructural a resolver con su propuesta es la carga que representan para las mujeres las labores domésticas y de cuidados, ya que en México ellas destinan 2.5 veces más horas a estas labores que los hombres, razón que es incluso superior al promedio de la OCDE, que es 1.93 veces.
Por: Paulo Cantillo
Fuente: Dinero en imagen