El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido gobernante en México, eligió el viernes a nueve de sus candidatos regionales para los comicios generales del próximo año, incluyendo a la política Clara Brugada, que se presentará a alcaldía de la Ciudad de México, una de las posiciones claves en el escenario político local.
En medio de tensiones internas, el partido del presidente, Andrés Manuel López Obrador, seleccionó también a cuatro mujeres y cuatro hombres para competir por las gobernaciones de los estados de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Entre los dirigentes que ganaron el proceso de Morena figuran Rocío Nahle, exsecretaria de Energía, que aspirará a la gobernación de Veracruz; el expresidente del Senado, Alejandro Armenta, que luchará por la gobernación de Puebla, y Margarita González, exdirectora general de la Lotería Nacional, que competirá por la gobernación de Morelos.
También se eligió a Claudia Delgadillo, Alma Alcaraz, Javier May, Huacho Díaz Mena y Eduardo Ramírez para optar a las gobernaturas de Jalisco, Guanajuato, Tabasco, Yucatán, Chiapas, respectivamente.
Brugada, exalcaldesa del municipio capitalino de Iztapalapa, logró la postulación a la Ciudad de México al ser la mujer más apoyada en las encuestas del partido, aunque quedó más diez puntos por detrás de Omar García Harfuch, exsecretario de seguridad de la capital, quien obtuvo un respaldo de más del 40%.
García Harfuch también superó ampliamente a los otros tres candidatos: el exsubsecretario de Salud, Hugo López Gatell; Mariana Boy Tamborell, titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial, y el diputado oficialista Miguel Torruco.
El presidente nacional de Morena, Mario Delgado, dijo a reporteros que en los casos de Ciudad de México, Jalisco y Guanajuato, el partido decidió darle preponderancia a las mujeres más votadas en las encuestas, aunque perdieran ante aspirantes hombres.
Con esta decisión se garantizó el cumplimiento de la normativa del Instituto Nacional Electoral que exige que los partidos cumplan el principio de equidad de género.
Delgado indicó que García Harfuch y los otros candidatos podrán postularse para las elecciones del Senado del próximo año.
Brugada, de 60 años, es una economista y activista de izquierdas que consolidó su carrera política al lograr la alcaldía de Iztapalapa — la más poblada de la capital— en 2018. Abandonó el puesto en septiembre para competir por la jefatura del gobierno de la Ciudad de México.
Durante su paso por Iztapalapa, centró su gestión en la construcción de complejos deportivos y culturales en barrios donde los gobiernos anteriores solo habían resuelto problemas básicos de alcantarillado, seguridad y redes de transporte caóticas.
La atención del proceso se centraba en la elección del aspirante a la alcaldía de la Ciudad de México, que por su condición de capital y con más de nueve millones de habitantes tiene un peso determinante en la escena política.
Según Patricio Morelos, profesor de Ciencias Políticas en el Instituto Tecnológico de Monterrey, afirmó que la alcaldía capitalina tiene una alta relevancia debido a que el político que la consigue se convierte en un perfil “presidenciable”.
Desde hace 26 años, la Ciudad de México está gobernada por políticos progresistas, lo que la convirtió en uno de los bastiones de la izquierda mexicana.
Tras el anuncio de los resultados, dirigentes como los diputados Ignacio Mier y Antonio Pérez, que no salieron favorecidos en las consultas internas en Puebla y Jalisco, no ocultaron su malestar, pero descartaron actuar contra el partido oficialista.
Morena deberá demostrar ahora si puede mantenerse unido y evitar la deserción de alguno de los candidatos que no salieron elegidos.
La amenaza se mantiene en el caso del excanciller Marcelo Ebrard, uno de los seis aspirantes a la candidatura presidencial, que impugnó la elección de Sheinbaum por presuntas irregularidades. Ebrard dijo que el lunes ofrecerá sus consideraciones al respecto.
En los comicios generales del próximo año se disputará, además de la presidencia, la alcaldía de la Ciudad de México y ocho gobernaciones además de otros 20.000 cargos elección popular, que incluyen 128 senadores y 500 diputados federales.
Desde que López Obrador fundó Morena en 2014, el partido ha servido en gran medida para promoverlo, con poca consistencia ideológica y una élite dirigente compuesta por figuras dispares reclutadas en muchos casos de otras formaciones o que enfrentaron escándalos en el pasado. En los últimos cinco años, Morena se ha consolidado como la mayor fuerza política al controlar el Congreso y las gobernaciones de 22 de los 32 estados.
De momento, una candidata en las primarias que no consiguió la nominación ha abandonado el partido. La senadora Lucía Meza anunció esta semana que se presentará como candidata de la oposición a la gobernación del estado central de Morelos.
Su marcha ilustra los riesgos que enfrenta Morena para unir a sus fuerzas dispares. Meza afirma que el actual gobernador, Cuauhtémoc Blanco — un exastro del fútbol y aliado personal de López Obrador que fue reclutado por otro partido — saboteó su candidatura. Blanco ha sido investigado por supuestos vínculos con bandas criminales.