En un desarrollo impactante en la carrera hacia la alcaldía de Morelia, la agencia TResearchMX ha emitido una declaración pública negando cualquier vínculo con una encuesta que favorecía notablemente a Carlos Torres Piña, el candidato de la coalición Morena-PVEM-PT. Esta encuesta, que sorprendentemente colocaba a Torres Piña en la delantera con un 44.2% de intención de voto, fue desacreditada por la encuestadora, que afirmó no haber realizado tal estudio.
Este escándalo emerge tras la difusión de un boletín por el equipo de campaña de Torres Piña, el cual fue ampliamente distribuido y aceptado sin cuestionamientos por varios medios de comunicación locales. La supuesta encuesta posicionaba a Alfonso Martínez Alcázar, actualmente en busca de la reelección por el PAN y PRD, en un distante segundo lugar con un 35.1% de los votos. En tercer lugar quedaba René Valencia del PRI, con solo el 7.1% de las preferencias.
El desmentido de TResearchMX fue comunicado a través de su página oficial de Facebook, donde se especificó claramente que los datos difundidos no correspondían a ningún estudio realizado por ellos. Esta declaración ha provocado un torbellino de especulaciones y críticas hacia la ética del equipo de Torres Piña, con acusaciones de manipulación de la opinión pública y de utilizar información falsa para influir en el electorado.
El uso de encuestas falsas es un asunto grave que pone en tela de juicio la transparencia y la integridad del proceso electoral. Estos eventos subrayan la necesidad de verificar la autenticidad de la información que se consume, especialmente en temporadas electorales donde las percepciones pueden ser decisivas. El público y los medios ahora se enfrentan al reto de discernir entre la realidad y la manipulación, mientras que las autoridades electorales podrían verse obligadas a intervenir para preservar la equidad en la competencia política.
Este incidente no solo mancha la campaña de Torres Piña sino que también resalta la fragilidad de la confianza pública en el sistema electoral, instando a los votantes y a los candidatos a exigir y mantener un nivel más alto de honestidad y transparencia en todas las facetas de la contienda electoral.