La ex alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, se encuentra nuevamente en el ojo del huracán, esta vez enfrentando acusaciones de nepotismo y falta de transparencia en su administración. La presión pública sobre Brugada ha aumentado en medio de revelaciones sobre contrataciones y asignaciones de recursos que parecen beneficiar a familiares cercanos y aliados políticos.
Las críticas más recientes se centran en la designación de cargos clave dentro del gobierno local, donde varios familiares directos de Brugada han sido nombrados en puestos de alto nivel, generando preocupaciones sobre favoritismos y falta de mérito en la selección del personal, y salarios excesivos para los mismos.
Además, se han planteado serias dudas sobre la gestión financiera de la alcaldía, con acusaciones de opacidad en el manejo de los recursos públicos y falta de rendición de cuentas. Informes de auditoría sugieren irregularidades en la asignación de contratos y en el uso de fondos destinados a programas sociales, lo que ha avivado las críticas sobre la falta de transparencia en la administración de Brugada.
Las voces de la oposición y de la sociedad civil han exigido una investigación exhaustiva sobre estas prácticas, instando a Brugada a rendir cuentas por sus acciones y a garantizar la transparencia en sus gestiones en Iztapalapa. Sin embargo, la respuesta de la ahora candidata a la jefatura de gobierno de la CDMX, ha sido evasiva, con declaraciones que minimizan las acusaciones y promesas vagas.
Ante el creciente malestar público y las crecientes evidencias de prácticas cuestionables en su gobierno, la presión sobre Clara Brugada para que responda ante estas acusaciones continúa en aumento, mientras los ciudadanos exigen una mayor integridad y honestidad en la gestión de los recursos públicos.