Los trabajos de remodelación del recinto de Palacio Nacional comenzaron en 2020 y tuvieron un costo de 46 millones de pesos en conjunto con el espacio conmemorativo a Benito Juárez.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reinauguró el Recinto Parlamentario de Palacio Nacional este lunes 22 de agosto, acto al que le acompañaron su esposa Beatriz Gutiérrez, representantes del Congreso y el fiscal general Alejandro Gertz Manero, así como miembros del gabinete.
Olga Sánchez Cordero, presidenta de la mesa directiva del Senado y única oradora en el acto, recordó que un día como hoy pero de hace 150 años, la sede parlamentaria se incendió, y tras semanas de la muerte de Benito Juárez, algo “quizá premonitorio de la etapa dictatorial que se avecindaba”, y no fue reabierto sino hasta 1917, con la tercera transformación.
Resaltó que hoy “México vive una cuarta oportunidad para consolidar su independencia y su papel en el concierto de las naciones”.
“Esta oportunidad radica en seguir avanzando en la progresividad de los derechos, en defender nuestra democracia; pero también, y quizá de manera más importante, en eliminar la enorme brecha de la desigualdad que priva en nuestro país desde siempre, y que en las últimas cuatro décadas se profundizó con dimensiones históricas, como consecuencia de las políticas neoliberales”.
También te puede interesar: Acuerda Convención Nacional Morenista desconocer cúpula del partido
Estas son las características del recinto parlamentario de Palacio Nacional
En un recorrido a medios de comunicación posterior, Adriana Castillo Román, directora General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial de la Secretaría de Hacienda, ubicada dentro de Palacio, recordó que el recinto funcionó de 1829 a 1872, año en el que se quemó.
“Cuentan las crónicas que unos plomeros que estaban haciendo trabajos, dejaron el brasero encendido después de almorzar y eso fue lo que provocó el incendio”.
En ese entonces, el recinto era más alto y más profundo, pues Palacio Nacional aún no contaba con su tercer piso, por lo que se tuvo que hacer una réplica a escala.
En el recinto, hay tres elementos simbólicos que destacan: el ojo de Dios ubicado al centro del techo, que representa “la vigilancia divina, al Dios omnipresente que vigila les leyes”, explicó la historiadora Carmen Saucedo Zarco.
El gorro frigio, ubicado sobre el dosel, era un artículo que usaban los esclavos el día de su liberación, fue retomado por franceses y norteamericanos para simbolizar la liberación de los reyes, por lo que pasó a Latinoamérica.
Aunque ya no está presente, el recinto se caracterizaba por tener una réplica del cuadro de la Virgen de Guadalupe, el cual entregó la Basílica al Congreso en 1822, al haber sido parte de la bandera insurgente.
Castillo Román comentó que la remodelación del espacio, junto con la del museo de Benito Juárez, tuvo un costo aproximado de 46 millones de pesos.
La remodelación del recinto legislativo comprendió renovación de yacería, realce de graderías, colocar hoja de oro, retapizar alfombras, sillas y paredes, entre otras; inició en septiembre de 2020.
Fuente: EL FINANCIERO