La desaceleración global de la economía, la coyuntura geopolítica y las elecciones presidenciales del siguiente año serán factores que tendrán un impacto en el crecimiento de México en el 2024, señaló el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Si bien para este año el IMEF espera un crecimiento de 3.4%, para el siguiente habrá una marcada desaceleración a 2.1%, dijo José Domingo Figueroa, presidente del IMEF.
“Nuestra encuesta sigue contemplando una desaceleración sensible para el 2024, para el que se observan diversos factores que generan incertidumbre o incluso preocupación. Entre estos factores tenemos desde la desaceleración del ritmo de la economía global, destacando la inquietud por una desaceleración sustancial en China; el complicado entorno geopolítico en diversas regiones y las elecciones que tendremos en Estados Unidos y México”, dijo en videoconferencia. Explicó que el elevado déficit fiscal que se contempla para el siguiente año, de 5.4% del PIB, aunado al gasto histórico que se espera, podrán impulsar a la economía mexicana en la primera mitad del siguiente año.
“Esperamos que haya un buen dinamismo en la primera mitad del 2024, principalmente porque el déficit público va a traducirse en mayor consumo. También va a haber gasto electoral y el nearshoring va a tener impacto para que tengamos un buen semestre”, declaró.
En este sentido, indicó que será en la segunda mitad del año cuando ocurra la desaceleración del PIB, cuando pasen las elecciones en México y, en Estados Unidos, el proceso electoral también esté acompañado de una desaceleración.
En cuanto a la inflación, el presidente del IMEF señaló que ésta continuará desacelerándose, alcanzando el objetivo del Banxico de 3% +/-1 punto porcentual hasta finales del 2024. En este sentido, el sexenio terminaría con una tasa de 4 por ciento.
«La siguiente etapa de la lucha contra la inflación, para bajarla de 4% y acercarla a su meta de 3%, es la más complicada, y los riesgos siguen inclinados al alza”.
Los riesgos que el IMEF ve para la inflación son la posibilidad de nuevos choques por disrupciones en los mercados globales, aumentos en precios agropecuarios como consecuencia del clima extremo, un entorno financiero global más tenso que genere una depreciación cambiaria significativa, así como posibles efectos inflacionarios de un nuevo incremento en los salarios mínimos muy por arriba del crecimiento en la productividad.
En cuanto a la tasa de interés de Banxico, que se espera cierre este año en su nivel histórico de 11.25%, el IMEF prevé que en el 2024 se materialicen recortes y llegue a 9.25 por ciento.