En un claro desacato a la normativa electoral y en pleno horario laboral, diversas funcionarias del municipio de Cuernavaca asistieron a un evento político encabezado por el edil con licencia, José Luis Urióstegui Salgado. Este acto, que inicialmente se presentó como un desayuno con mujeres de Cuernavaca, se transformó en un evento político privado tras la llegada de medios de comunicación, evidenciando una estrategia para evadir la fiscalización pública y la normativa vigente.
Urióstegui Salgado, quien busca la reelección como alcalde de Cuernavaca, ha sido señalado repetidamente por utilizar los recursos del municipio para favorecer su campaña. Este evento no fue la excepción, ya que las funcionarias municipales presentes no solo participaron en horario laboral, sino que también mostraron una notable cercanía y apoyo al acto político, lo que levanta serias dudas sobre la imparcialidad y el uso de recursos públicos en su campaña.
La convocatoria a este desayuno fue realizada por el equipo de Urióstegui, subrayando la intención política del mismo desde un principio. A pesar de la veda electoral, se ignoraron las restricciones y se promovió la participación de funcionarias del municipio, lo que constituye una violación flagrante de la ley electoral.
No es la primera vez que Urióstegui Salgado y su equipo se ven envueltos en polémicas relacionadas con el uso indebido de recursos públicos. Durante toda su campaña, se ha observado a funcionarios del municipio de Cuernavaca participando activamente en sus eventos políticos en horario laboral, ya sea como organizadores o como asistentes, creando la percepción de que el candidato no logra atraer suficiente apoyo ciudadano y recurre a trabajadores del Ayuntamiento para llenar sus eventos.
Esta práctica no solo cuestiona la ética de la campaña de Urióstegui, sino que también pone en entredicho la transparencia y la equidad del proceso electoral en Cuernavaca. La utilización de recursos públicos para fines de campaña es una violación grave que debe ser investigada y sancionada por las autoridades competentes para garantizar un proceso electoral justo y equitativo.
Las acciones de Urióstegui y su equipo reflejan una preocupante falta de respeto por las leyes electorales y los principios democráticos. En un momento en que la confianza en las instituciones públicas es crucial, estos actos de proselitismo político con recursos municipales en horarios laborales socavan la credibilidad y la integridad del gobierno local.
Es imperativo que las autoridades electorales y de fiscalización tomen cartas en el asunto y actúen con firmeza para detener estas prácticas. La ciudadanía de Cuernavaca merece un proceso electoral limpio y transparente, donde los recursos públicos se utilicen exclusivamente para el bienestar común y no para favorecer a candidatos particulares.
La reiterada presencia de funcionarios municipales en actos políticos de Urióstegui en horarios laborales debe ser un llamado de atención para todos los actores políticos y las autoridades encargadas de supervisar las campañas. Solo mediante la aplicación estricta de la ley y la promoción de prácticas electorales limpias se puede restaurar la confianza de la población en sus líderes y en el sistema democrático.
Fuente: Voz Morelense