Leonardo Lomelí Vanegas será el nuevo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El candidato ha sido designado por la Junta de Gobierno, el órgano formado por 15 académicos que ha votado por el sucesor del actual rector Enrique Graue. De los 27 aspirantes que iniciaron la contienda y los 10 candidatos que fueron preseleccionados, la Junta ha votado por mayoría calificada a Lomelí, de 53 años, para el periodo 2023-2027, con posibilidad de ser reelegido para un segundo mandato. El nuevo rector tomará posesión del cargo el próximo 17 de noviembre.
Aunque el historiador y economista siempre sonó en las encuestas para ser el próximo rector, la elección no ha estado exenta de tensión y ya es una de las deliberaciones más largas en la historia de la UNAM. La Junta ha tardado cuatro días en alcanzar un acuerdo para elegir al nuevo rector después de una ardua votación donde el candidato no logró los votos necesarios en la primera ronda, señalan fuentes consultadas por este diario. No es la primera vez que Lomelí aspiraba al puesto, en 2015 también se presentó a la elección que ganó Enrique Graue.
Pese a la autonomía universitaria, la votación a puerta cerrada ha estado marcada por el peso de las las próximas elecciones presidenciales de 2024 y la relación que la UNAM tendrá con el Gobierno. En sus primeras palabras después de conocer el fallo, Lomelí se ha mostrado abierto a dialogar y se ha referido al presidente López Obrador. “Hay disposición al diálogo con el Gobierno. El presidente dijo que le interesa la UNAM y desde la universidad siempre habrá un espacio para cooperar y dialogar por el bien del país”, ha señalado. También ha dicho estar convencido de que las próximas candidatas a gobernar el país tienen “buena disposición” para impulsar más apoyo a la ciencia, la tecnología, la cultura y la educación.
Lomelí Vanegas ha formado parte estos últimos años del equipo de Enrique Graue. En 2015 fue designado secretario general, un puesto de confianza cercano al rector. Al ser cuestionado por la prensa sobre su proyecto de universidad, Lomelí ha señalado que existirá una continuidad con su antecesor y que a la vez también se harán cambios para el bien de la casa de estudios. “La institución debe saber conservar pero también tiene que detectar los cambios y procesarlos sin estridencias, de la manera más prudente”, ha asegurado.
Desde 1994 es profesor y fue director de la Facultad de Economía durante cinco años, entre 2010 y 2015. En 2002 recibió la Medalla Alfonso Caso como el egresado más sobresaliente de la Maestría en Historia y en 2003 obtuvo el segundo lugar del Premio Jesús Silva Herzog de Investigación en Economía, otorgado por el Instituto de Investigaciones Económicas. Sus líneas de investigación están enfocadas en la Historia de la política económica de México, la Economía política del desarrollo y la Política social mexicana.
Durante su primera intervención también ha hablado de la polémica sobre la tesis de la ministra de la Suprema Corte Yasmín Esquivel. Este miércoles la UNAM ganó un amparo contra la prohibición de publicar el dictamen sobre el presunto plagio. El rector electo ha comentado que hay varios recursos por resolverse al respecto y que, una vez que se resuelvan, se procederá “conforme al cauce legal”. A esas declaraciones se suma la opinión que ya manifestó de que lo más deseable sería hacer pública esa información. “Creo que es lo que corresponde entre universitarios”, señaló hace unas semanas. “Es muy grave cuando salen a la luz situaciones de falta de integridad académica. Fue sin duda una sacudida la que recibimos. Creo que si bien ya se cuenta con un marco normativo para prevenir y sancionar ese tipo de conductas, el tema es mucho más profundo. Tiene que ver con explicarle a nuestros estudiantes y al personal académico para que tomen plena conciencia de la gravedad de esta situación”, afirmó.
Entre los temas que preocupan especialmente al nuevo rector están corregir los “desequilibrios” que ha provocado el aumento en la matrícula de la UNAM un 55%. Este jueves volvió a reiterar su interés por el bachillerato dentro de la institución y declaró estar en contra de que se cobren cuotas a los alumnos. “Tenemos que atender más al bachillerato. Tenemos que fortalecer nuestros sistemas de apoyo a los estudiantes, porque la mayoría proviene de hogares con ingresos menores a cuatro salarios mínimos por mes. Además, la población estudiantil está más vulnerable, desde el punto de vista emocional. Esto tiene que ver en parte con la pandemia, pero también con la crisis de inseguridad que se vive en el país y con una crisis de expectativas”, señalaba en entrevista.
En esa misma conversación Lomelí se declaraba “muy motivado y con más experiencia”, para asumir el cargo de rector de una de las universidades más prestigiosas de América Latina. El nuevo rector tendrá que gestionar un universo de más de 400.000 personas en el que conviven alumnos, trabajadores, personal docente y administrativo. Además deberá de enfrentarse a varios retos que han marcado a la UNAM estos últimos años, entre ellos el aumento de las denuncias por violencia de género, problemas de financiación, recortes presupuestarios, mejoras en los planes de estudio, mejoras salariales del personal, modernización de sus instalaciones y fricciones con el Gobierno, por mencionar solo algunos.