Duncan Wood analiza los motivos de la visita del presidente López Obrador a la Casa Blanca.
Entrevista a Duncan Wood, Wilson Center.
Duncan Wood dirige el Instituto México en el Wilson Center en Washington. Durante 20 años fue académico en México y ayer 25 de junio, interactuó con El Economista sobre la que parece ser una inminente visita a la Casa Blanca por parte del presidente López Obrador.
—¿Cuáles serían los tres principales incentivos que tiene el presidente López Obrador para viajar a la Casa Blanca?
Primero: Obviamente AMLO quiere aprovecharse de la foto que va a tener en Washington para ponerse a lado del presidente más poderoso del mundo y celebrar la relación bilateral y personal entre los dos presidentes. Y podrá decir que él (AMLO), sabe manejar un personaje como Trump.
Segundo: AMLO quiere distraer un poco (la atención) de todos los problemas que está enfrentando en México. Es una táctica clásica de un presidente con problemas a nivel doméstico.
Tercero: Es una oportunidad para celebrar la entrada en vigor del T-MEC y para hacer la declaración de que México está abierto a los negocios, a las inversiones mientras todas las noticias que salen de México en cuanto a la economía son muy malas. Podría servir un poquito para estabilizar la imagen de México con los inversionistas.
—El embajador de EU en México Christopher Landau advierte que cambios en las reglas de inversión en el sector energético conllevan efectos “muy negativos” para la inversión.
Sus declaraciones son muy importantes y reflejan una ansiedad en muchos miembros de la comunidad de negocios aquí en EU: las empresas que han invertido no solo en el sector energético, también en la economía digital, las industrias farmacéutica y agrícola, casi todos tienen grandes preocupaciones por lo que está pasando en México. La relación con el gobierno, las iniciativas legislativas en el Senado, y casi todos están presionando a la oficina USTR, el representante de Comercio de Estados Unidos. No solamente el embajador (ha mostrado su preocupación), son muchos actores aquí en EU quienes se están movilizando para poner más presión sobre México para cambiar.
—¿Crees que Trump presionó a AMLO para que realice el viaje?
No tenemos ninguna evidencia. Sí creo que hubo una conversación entre los dos presidentes en cuanto al tema de los ventiladores (para atender a los enfermos graves del Covid-19) y posiblemente iban a tener una reunión durante el verano.
—¿La presencia del primer ministro de Canadá en la reunión quitaría presión al presidente mexicano?
Sí. Sería excelente para AMLO si Trudeau participara en la reunión, pero en este momento lo veo poco probable porque hay una relación bastante tensa entre Canadá y Estados Unidos por el tema de los aranceles en el aluminio. También la relación entre Trump y Trudeau es muy mala como vimos en el ya famoso video de hace dos semanas cuando Trudeau recibió una pregunta de una periodista que le cuestionó sobre las protestas que estaban ocurriendo aquí en Washington, y qué pensaba de la respuesta de Trump. (Trudeau) tomó 21 segundos para responder.
—Bajo un escenario en el que AMLO ya se hubiera reunido con Trump con anterioridad, ¿le hubiera quitado presión en su reunión de la próxima semana?
Tal vez, pero la verdad es que yo creo que AMLO está haciendo el cálculo, si no él, sus asesores. De que esto podría salir positivo para él. Desde su perspectiva ve (la reunión) como una oportunidad, no tanto como un compromiso, tarea u obligación. Posiblemente hubiera sido mejor tener la reunión el año pasado pero no cambiaría mucho.
—¿Cómo evaluarías a la política diplomática de México con Estados Unidos?
Lo veo positivo en algunos niveles. Marcelo Ebrard tiene muy buena relación con su contraparte aquí en Estados Unidos. La embajadora Martha Bárcena aquí en Washington tiene presencia y es muy activa, pero la verdad faltan recursos para la relación bilateral y falta una visión más estratégica de lo que quiere México de la relación bilateral.
Entonces, hay una falta de inversión en cuanto a los mecanismos institucionales de la relación bilateral y esto va a dañar la relación en el corto, mediano y largo plazos. Entonces, México tiene que invertir mucho más en la relación bilateral.
Fuente: El Economista