Tal parece que la avaricia de Napoleón Gómez Urrutia no tiene límites, además de intentar meterse en todas las minerías del país, ahora intenta obtener el contrato colectivo de Holcim Sonora, empresa de suministro de cementos.
Y aunque los trabajadores de Holcim no tienen quejas de su sindicato actual, Gómez Urrutia está dispuesto a desestabilizar la empresa a cómo de lugar, ya sea con sobornos, amenazas o a la fuerza.
El Senador por Morena y líder del sindicato minero, es conocido por tratar de adueñarse de las cuotas sindicales de los trabajadores que dice ‘proteger’ y si ellos no cooperan por ‘las buenas’ con sobornos y amenazas, Urrutia manda a gente armada a la empresa y la toma a la fuerza. Así lo hizo a mediados de junio en una Minera de Fresnillo, donde mandó a más de 50 personas a “sostener una reunión” con los mineros; sin embargo, al ver que los trabajadores no cedían, trataron de tomar a la fuerza la mina y en el incidente hubo un detenido por portación de arma de fuego.
Esta no es la única vez que el líder sindical desde la comodidad de su hogar manda a un grupo de trabajadores afiliados a su sindicato para que alboroten a la empresa donde intentan meterse y se desate violencia fuera de las instalaciones.
Otro ejemplo claro fue cuando en el 2006 se le acusó de corrupción y malos manejos del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, tanto que llevó a su destitución; sin embargo, Gómez Urrutia no se quedó con los bazos cruzados y mandó a algunos trabajadores armados de Lázaro Cárdenas, Michoacán, a protestar en contra de este hecho. Esta huelga desató un enfrentamiento entre fuerzas policiacas y mineros de la zona y ocasionó el deceso de dos trabajadores y 70 heridos.
Otro de los actos violentos fue el del 2010 en Monclova, Coahuila, lugar donde se daría avance a las denuncias y demandas en contra de Napo por haber desviado los 55 millones de dólares; sin embargo, 150 personas armadas llegaron con palos e intentaron tomar las instalaciones para que no se siguiera con el caso.
Estos solo son algunos de los ejemplos donde el ‘Napito’ desde su mansión ordena que algunos trabajadores expongan hasta su vida por cumplir con sus caprichos y así seguir llenándose los bolsillos a costa de los trabajadores para que él y su familia sigan presumiendo en redes sociales su colección de autos y sus viajes al extranjero. ¿En qué momento sus fieles seguidores se darán cuenta del peligro que es Gómez Urrutia? ¿Acaso la seguridad e integridad de los trabajadores le importa menos que el dinero que llegara a juntar de sus cuotas sindicales?