El escándalo en la Asociación de Recursos Humanos Coahuila Sureste (ARHCOS) parece no tener fin, y cada vez queda más claro que la presidencia de esta organización se ha convertido en el “regalo de Reyes” que Miguel Ángel Muñoz Betancourt se pidió… y al parecer, obtuvo con moño dorado y todo. ¿El problema? Ese obsequio viene con la capacidad de beneficiar sus propios intereses, incluso a costa de las empresas que debería proteger.
Desde su llegada al cargo de vicepresidente de ARHCOS, Muñoz Betancourt ha manejado la organización como si se tratara de su propio terreno de juego. Su doble rol como directivo y abogado de empleados que demandan a las empresas afiliadas a la asociación es un claro conflicto de intereses, uno que ha sido señalado repetidamente por socios y expresidentes sin que hasta el momento se tomen cartas en el asunto.
El juguete perfecto para un abogado litigante
Como niño con juguete nuevo, Muñoz Betancourt ha hecho de ARHCOS un instrumento para promover sus propios intereses legales. Mientras ocupa una silla clave en la toma de decisiones de la asociación, se beneficia directamente al representar a trabajadores que demandan a las mismas empresas afiliadas.
Un regalo ideal: acceso a información privilegiada, contactos con empresarios y la posibilidad de usar ambos en favor de su despacho “Muñoz Betancourt Legal Group”.
Este “juguete” ha sido tan bien aprovechado, que incluso después de múltiples quejas formales, el presidente de ARHCOS, Xavier Galindo Valdés, ejecutivo de Borgwarner, ha decidido hacer como los Reyes Magos y mantener la ilusión de que todo está bien.
Galindo ha defendido la permanencia de Muñoz Betancourt con la excusa de que “no tiene facultades para removerlo”, mientras la credibilidad de la asociación se desmorona.
Un regalo que ya está costando caro
El problema con este regalo es que no fue gratis. La mala gestión de la situación ya le ha costado a ARHCOS la suspensión de su membresía en la Unión de Organismos Empresariales Coahuila Sureste (UOECS). Es decir, la reputación de la asociación está siendo directamente afectada por la negativa de sus líderes a deshacerse del conflicto de intereses que representa Muñoz Betancourt.
Empresas afiliadas han recibido cartas y advertencias por parte de ex miembros de ARHCOS, quienes, cansados de la falta de transparencia, han decidido alertar a sus colegas del riesgo de seguir perteneciendo a una organización que protege a quienes claramente actúan en su contra.
¿Y los Reyes Magos de ARHCOS? Siguen sin dar explicaciones
En lugar de asumir su responsabilidad, la directiva de ARHCOS parece más preocupada por mantener el status quo que por restaurar la ética y transparencia de la organización. Muñoz Betancourt sigue aferrado a su puesto, disfrutando de los beneficios de un “regalo” que nunca debió recibir.
La pregunta es simple: ¿Cuánto tiempo más permitirá la comunidad empresarial que ARHCOS siga siendo el juguete personal de un abogado que lucra del conflicto y la desconfianza? Porque al final, los Reyes Magos podrán traer regalos… pero la confianza y la ética no se compran con un moño dorado.