La candidata a la alcaldía de Benito Juárez por el partido Morena, Leticia Varela, se encuentra sumergida en un torbellino de críticas y controversia. Su silencio resonante ante los actos de sacrificio animal exhibidos recientemente en el Senado ha encendido las alarmas de activistas y ciudadanos por igual.
La semana pasada, imágenes de un sacrificio animal como parte de rituales culturales en una sesión del Senado sacudieron a la nación. Mientras voces de todos los sectores políticos y sociales condenaban el acto, Varela permaneció notablemente callada. Este silencio ha sido interpretado por muchos como una señal alarmante de incongruencia, considerando su pasado como ferviente protectora de los derechos animales. Críticos señalan que esta falta de posicionamiento pone en duda su compromiso y coherencia con los principios que alguna vez defendió.
El equipo de campaña de Varela ha tratado de minimizar el incidente, sugiriendo que la candidata está enfocada en problemas más amplios que afectan a la alcaldía. Sin embargo, sus detractores argumentan que este tipo de actitudes selectivas podrían indicar una flexibilidad ética preocupante, especialmente en temas que antes parecían inamovibles para ella.
La polémica no solo amenaza con manchar la reputación de Varela como defensora de los animales, sino que también pone en juego su credibilidad como candidata capaz de mantenerse firme en sus convicciones. Con la campaña en pleno desarrollo, el tiempo dirá si esta tormenta de críticas disipará sus aspiraciones políticas o si logrará reconectar con su base, demostrando que aún es la campeona de los derechos animales que muchos esperan.