El activista José Humbertus Pérez Espinoza, continúa defraudando viviendas después de haber salido de la cárcel.
El líder del movimiento Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna A.C, José Humberto Pérez Espinoza, estuvo en la cárcel por motivo de robo a casa habitación y luego de más de cuatro años fue absuelto por falta de pruebas e inconsistencias judiciales, sin embargo, hace unas semanas, fue requerido de nuevo por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) por un recurso de apelación y con riesgo de volver a ser detenido y procesado ante una nueva denuncia penal.
En su visita a Guadalajara, Jalisco, el pasado mes de agosto, misma que dio a conocer a través de sus redes sociales, donde habló sobre la crisis hipotecaria que se ha estado viviendo a través de los años y lo que supuestamente está dispuesto a hacer para que ese tipo de situaciones no vayan en aumento.
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Sin embargo, se sabe que lo único que busca es generar seguidores que le paguen por «ayudarlos» a crear un amparo para que no les quiten su casa a cambio de dinero, aprovechándose de sus situación económica y dejándolos en la calle.
En su discurso acerca del “fraude inmobiliario”, menciona que en el estado de Jalisco, miles de personas buscan una vivienda digna y segura y que él está a su disposición entera para ayudarlos en cualquier situación legal que necesiten, esto a través de su movimiento Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna A.C.
No obstante, únicamente se han puesto en evidencia, una vez más, los fraudes que ha hecho en diferentes partes de la República Mexicana, sobre todo en Tecámac, Estado de México, pues ha prometido a las personas ayuda a cambio de que le paguen por asesorías innecesarias y sin respuesta alguna.
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Habitantes de Guadalajara, Jalisco con problemas legales en sus viviendas, están sujetos a caer en manos de este tipo de organizaciones corruptas y de pseudo activistas como José Humbertus Pérez Espinoza, quien, por su mala reputación y problemas penales al haber estado en la cárcel, no es considerado por las personas a las que estafó como alguien estable y apto para liderar una organización, pues los ha dejado a la deriva en sus juicios y muchas veces sin casa.
