La arnesera japonesa Yazaki invirtió en material sanitario, alternativas de operación y personal médico, para que sus trabajadores tengan la confianza de asistir a las plantas.
Con la nueva normalidad, varias empresas abrieron sus puertas para que sus trabajadores se reincorporaran a su centro de trabajo; sin embargo, la reapertura no sería la misma, un ejemplo claro es Yazaki, quien después de meses sin operación, activó sus alertas y se transformó en una empresa segura, adaptándose a todas las medidas higiénicas para la seguridad de sus trabajadores.
La maquila se ha tenido que adaptar ante esta contingencia para que el sustento de miles de familias no se vea afectado por el paro de labores y así tengan el ingreso necesario para afrontar la crisis sanitaria.
El bienestar de los compañeros trabajadores es la prioridad para la arnesera japonesa, las medidas sanitarias en cada planta son estrictas y se ha brindado el equipo necesario para que los trabajadores laboren en condiciones seguras.

Aunque una parte del equipo de trabajo sigue laborando desde casa, especialmente aquellos catalogados como en situación de vulnerabilidad respecto al COVID, otro sector tiene que asistir a las plantas productoras; sin embargo, Yazaki los equipa con un kit de protección desde que salen de su hogar. En rutas específicas, un camión pasa por los trabajadores y antes de abordar a la unidad, se toma la temperatura de cada uno, se les proporciona lentes y cubrebocas, y se sientan a modo de respetar la sana distancia para tener el contacto menos posible entra cada pasajero.
Desde que se anunció el regreso a las plantas, Yazaki se encargo de que cada trabajador tomara un curso de “Sanidad e Higiene”, esto con el fin de que todo su personal se mantuviera informado y al tanto de las medidas básicas y necesarias que se debían respetar para el regreso a su centro de trabajo.

De acuerdo con un estudio realizado por la UNAM , las gotas de saliva pueden propagar el virus en espacios cerrados, por esta razón, Yazaki adaptó sus comedores con barreras de plástico, formando un tipo de cubículo para evitar esta forma de contagio y los trabajadores pudieran ingerir sus alimentos tranquilamente.
Además del kit personal básico, conformado por cubrebocas, careta y lentes de protección, se quitaron algunas puertas al interior de la maquila para evitar el menor contacto posible con objetos en espacio de constante tránsito, y las remplazaron por barreras de plástico que se cambian cada cierto tiempo.

La labor de la arneresa japonesa no se queda solo dentro de la empresa, a pesar de que los trabajadores no pasan todo su tiempo en el centro de trabajo, se les trata de dar información necesaria para que sigan cuidándose dentro de sus hogares. El esfuerzo de Yazaki va más allá del centro de trabajo, ya que cuentan con una línea abierta las 24 hrs al día atendida por médicos especialistas para que cualquier trabajador de las plantas que tenga una duda o síntomas relacionados con Covid-19, sean orientados en las acciones que deben hacer.

Con videos, los trabajadores ayudan a la empresa y a los sindicatos para seguir informando a sus compañeros sobre las medidas que deben tomar desde su hogar, como el lavado perfecto de frutas y verduras.