Sabiéndose protegidos por el gobierno federal, Napoleón Gómez Urrutia y Pedro Haces Barba, líderes sindicales del Sindicato Minero y de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), se mueven con total impunidad buscando imponer organizaciones sindicales y liderazgos que les sean afines en los diferentes sectores productivos del país. El objetivo es sentar las bases para la construcción de una nueva megacentral obrera que corporativice a la sociedad en favor de la cuarta transformación y que alguno de estos dos personajes se convierta en el nuevo Fidel Velázquez.
Sin embargo, ambos cuentan con un amplio curriculum de acusaciones sobre desfalco, malversación de fondos, lavado de dinero y demás actos en perjuicio de sus propios agremiados. En el caso de Gómez Urrutia, las acusaciones en su contra se remontan al año 2005, cuando recibió 54 millones 84 mil 470 dólares estadounidenses a través de un fideicomiso por la venta de Mexicana de Cananea, recursos que debió entregar a sus agremiados, sin embargo, no lo hizo. Tras las acusaciones, el dirigente minero huyó a Canadá para evitar hacer frente a la justicia mexicana y no dar cuentas a sus agremiados sobre el destino de esos recursos.
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Fue hasta 2018 que este dirigente pudo volver al territorio mexicano bajo el amparo de Morena. Cabe señalar que el pasado 9 de abril, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje emitió un laudo en el que se obliga a Gómez Urrutia a pagar los 54 millones de dólares a sus trabajadores. Sin embargo, esta no es la única acusación que versa sobre el líder, ya que previo a la acusación por desfalco en 2006, el líder fue imputado por sus agremiados por haber sucedido a su padre, en un acto nepotista y antidemocrático, al frente del Sindicato Minero.
El historial delictivo de Pedro Haces no es menor, ya que en 1998 fue acusado de robo de auto y portación de arma a través del expediente CRV/114/98-03. Un par de años después Haces Barba creó el Sindicato Nacional de Trabajadores de Seguridad Privada, Vigilancia, Traslado de Valores, Manufacturas de Equipo de Seguridad, Limpieza, y Mantenimiento y Similares de la República Mexicana. Estando al frente de esta organización fue acusado de extorsión a las empresas a las que obligaba a afiliar a sus trabajadores a su organización, además de cobrarles el 4% de la nómina.
Fuente: Redacción
